jueves, 27 de enero de 2011

POEMA A LA ALFABETIZACIÓN DE JULIO ZAVALA

Cipriano
Yo pienso que el alfabetizador no es solo el que enseña a leer libros de ciencias, historia,filosofías  y tantas cosas exóticas de que habla la gente
Hermano,
Yo pienso que alfabetizar es enseñar a leer en los ojos el dolor de los pueblos, la enfermedad de los niños, la angustia de la mujer que pare en la calle, la tos del minero que escupe y mancha de sangre la estatua de la libertad neoyorkina
Hay que aprender a leer el hambre que toca la puerta, el frío que va por la calle, la oscuridad del que busca y no encuentra
Cipriano,
Yo pienso que primero debemos  alfabetizar a los que  saben leer libros pero no saben leer el dolor de los hombres y mujeres

LA GESTIÓN DIRECTIVA UN TRABAJO DE TODOS

                                                                                                                         Por: Almy Quijada


“La maestra Karla a notado que la situación en la escuela se está volviendo insostenible, los baños de los alumnos y alumnas están en muy mal estado de deterioro y falta de higiene. En más de una ocasión han tenido que suspender las clases y enviar a los estudiantes a sus casas, debido a que los baños quedan fuera de uso. Repararlos implica una buena cantidad de dinero, por ello,  cada vez que alguien toca el tema, se entra en un gran  debate, sobre la idea de buscar al responsable de la reparación y mantenimiento. Unos dicen que el Equipo directivo, los padres y madres de familia y otros que el Ministerio de Educación …lo cierto es que llevan ya muchos años en esas condiciones y  los afectados siguen siendo los estudiantes”.
Cuántas veces hemos  escuchado en los Centros Estudiantiles, sobre situaciones como esta y otras más complicadas.  La pregunta sería ¿Qué aporte podemos dar para la gestión, cuando nos damos cuenta de que las cosas no van bien? Quizás una respuesta aproximada, seria haciendo, en nuestro centro educativo, una GESTION DIRECTIVA PARTICIPATIVA.
Comencemos por ello a definir conceptualmente la idea de “Gestión Institucional” o “Gestión Escolar: Tomada del lenguaje empresarial y  aplicada a las organizaciones escolares, la palabra “gestión” hoy nos aleja del rol del director y de la directora  como administradores y nos acerca a tareas que implican una actitud de mayor protagonismo en la toma de decisiones y en el gobierno de las instituciones escolares.1
Una reseña más amplia nos llevaría a EEUU donde la administración educativa surge en—según algunos autores— hace unos ciento veinticinco años y se la acredita a William Harold Payne, superintendente escolar de Michigan, por haber escrito, en 1875, el primer libro de administración escolar “Chapters on school supervisión”.
Ahora bien, la categoría temática de gestión educativa, como campo disciplinar, data de los años sesenta en Estados Unidos, de los años setenta en el Reino Unido y de los años ochenta en América Latina. En cada una de estas regiones fue adquiriendo distintos matices. Debemos considerar que desde alguna perspectiva  la gestión educativa de las instituciones posee un fuerte carácter asociada al direccionamiento y a los resultados. Por ello cuando se introdujo la temática de gestión educativa en Latinoamérica se asociaba, a una visión liberal que intentaba evaluar el fenómeno educativo en términos de costo-beneficio.
Debemos comprender que, del mismo modo que en la educación latinoamericana se comenzaba a hablar de gestión institucional, la sociedad, comenzaba a desplegar la idea de resultados, logros, impacto, como una manera de dar cuenta, de justificar la inversión social, en dinero, esfuerzos y tiempos. Ahora bien la gestión de la escuela está afectada directamente dentro las políticas educativas que se despliegan desde el Estado como políticas públicas. Y es aquí donde se dividen las aguas tanto a nivel macro como micro político.  
Una realidad injusta
Los directivos y directivas encargados en la actualidad de la gestión escolar deben conocer imperantemente su propia realidad a nivel, local, nacional e internacional de tal forma que esa realidad los lleva a proponer soluciones concretas en sus áreas de trabajo y sepan encausar el proceso de enseñanza mismo, de cara a los cambios en búsqueda de estrategias que aúnen a mejorar las condiciones de vida de niños, niñas, jóvenes o adultos, pese a las condiciones de su entorno. Por ello el conocer el modelo neoliberal imperante en nuestros países, permitirá abrir nuevos horizontes de caminos que lleven más adecuadamente al centro escolar al éxito y la competitividad en todos los niveles integrales de los formados. Este modelo neoliberal, exhibe una nueva humanidad des-humanizada  e injusta, que requiere una mirada, no sólo a pensar y a hacer una lista de los problemas que los países centrales no tienen, sino a asumir la responsabilidad sobre los problemas latinoamericanos, que exigen un abordaje particular. Es aquí donde la sensibilidad intelectual y la capacidad de estar atento a los problemas emergentes ,juegan un papel determinante al momento de pensar, cuestionar e intervenir sobre las experiencias educativas. 2
Existe la necesidad de establecer modos de intervención en la realidad educativa propia, es decir no copiadas,  con estrategias profundamente incrustadas en nuestra manera de ver nuestros problemas y necesidades, desde el sentir de nuestra propia tierra: la riqueza de culturas y tradiciones; las situaciones de injusticia social  por la explotación a causa de  sectores neocolonialistas; la profunda desigualdad en la distribución de sus recursos; la precariedad laboral y  el poco acceso a los beneficios tecnológicos, entre otros.
Hay que considerar que estamos en tiempos sin precedente en la historia de la educación. Se trata de la crisis de la escuela, gestada en y para la modernidad. No se trataría de gestión educativa solamente, sino de gestionar para fundar, fundar valores humanos no  deshumanizados por el sistema neoliberal, principios y creencias perdidas. Esto es, poner a trabajar condiciones que produzcan un devenir bueno para todos y todas. No se trata solo de conseguir dinero para arreglar baños u otras necesidades, se trata de rescatar una cultura del cuido, de los modales, del cariño, de las buenas costumbres, del respeto por las tradiciones etc. A pesar que en América Latina la gestión aparece hasta los años 80s impregnada de  componentes  políticos que se ven reflejados, en el  desarraigo del Estado en los servicios públicos, es allí donde también aparece la conceptualización de entregar la gestión educativa a las escuelas con un mayor margen de planificación y regulación interna, para alcanzar los objetivos, cediendo la autonomía y utilizando como factor de motivación la posibilidad de autogestión. Esto podría ser, dependiendo de la formación directiva que se tenga, en los centros un gran beneficio, pues son ellos y ellas precisamente los que conocen su realidad, otro resultado podría traer aparejada divisiones o centralización de mando directivo, que dejaría de fuera la participación compartida en la toma de decisiones y por ende la descontextualización de la realidad social.


La gestión educativa y la propia realidad


La gestión directiva debería ocupar un rol central en nuestros educadores como intelectuales, sobre todo aquellos involucrados directamente, como  parte del equipo motor del centro educativo. Bien reza aquella famosa frase “Dos cabezas piensan mejor que una..….Llevar a cabo un proyecto de gestión educativa que repiense los sentidos de la escuela no es tarea fácil, hay que evitar la tentación por dar vuelta todo, de empezar de nuevo, de acomodar la baraja de  cartas etc.  La escuela debe cambiar, esta es la cuestión del trabajo: ¿Cómo pensar estos vientos de cambio?, ¿Como reconstruir sin desconfigurar  aún más?, ¿Cómo pensar una escuela nueva pero que siga significando?.  La lista de preguntas es interminable dado que la escuela  no se libera de los obstáculos de la realidad concreta, esa realidad cambiante y ambigua en la que los centros están inmersos y vulnerables.3
Para Fe y Alegría por ello, gestionar supone un saber, pero no un mero saber técnico, sino un saber sobre la situación en la que se interviene: la escucha atenta, la propuesta, crear condiciones para pensar, rediseñando sobre la marcha, buscando, sistematizando y reflexionando constantemente.  La gestión directiva tiene miradas de acuerdo al proceso mismo, determinando componentes e indicadores indispensables en la búsqueda de una gestión directiva participativa, una gestión considerada como trabajo de todos y todas los implicados en la comunidad educativa:
1.    • El estilo de liderazgo; donde la información  es compartida con transferencia de procesos y resultados, donde se promueve la participación e implicación docentes, estudiantes y familia con decisiones colegiadas en equipo. Este implica también la construcción de proyectos con la comunidad , la innovación y el cambio y la sistematización de prácticas exitosas.

2.    Optimización de recursos; este implica la utilización eficaz y eficiente de los recursos, un servicio mutuo  escuela – comunidad y priorización para los más desfavorecidos.

3.    Desarrollo del personal; conlleva proyectos de formación para toda la comunidad educativa, maximizar la satisfacción con las condiciones laborales, la sistematización del proceso de inducción y acompañamiento, estímulos y reconocimientos proporcionados a la evaluación del desempeño.

“El trabajo de gestión irá más allá de listar debilidades y fortalezas, consiste en un insistente esfuerzo por leer críticamente el mundo, para cambiar lo que hoy pasa de una manera injusta” (Freire, 1997) gestionar sin otros es imposible, pero encontrarlos, verlos, no es poco, ni es tan sencillo. Las situaciones de alta dificultad y de profundo sufrimiento promueven salidas que reniegan, que sacan de circulación, que imaginan acciones mágicas para transformar al otro según nuestro deseo. Gestionar con otros implica un miramiento hacia nuestro interior y el de los demás.
Por ello la idea de gestión nueva  no es una invitación a poner la mente en blanco, por el contrario exige un esfuerzo que consiste en situarse, dando espacio a ideas con gran sentido, de las cuales viene la capacidad de generar. Generar una nueva escuela donde la gestión educativa sea hecha por todos y para todos.